Cuando pienso en la vida dentro de un convento, me imagino un lugar sobre todo pausado, el tiempo transcurre lento, entre paredes de piedra, mobiliario de madera gastada con el paso de los años, velas encendidas…
A las mujeres que han decidido vivir allí y más concretamente aquellas que pasan gran parte del día en las cocinas, quiero imaginármelas rodeadas de fogones, harina, tamices… Con sus delantales impecablemente lavados y planchados amasando, horneando, poniendo todo su amor y paciencia al servicio de sus dulces..
La receta que traigo hoy tiene como nombre "Bizcocho de las Carmelitas de Sevilla", sea cierto o no que la receta venga de su buen hacer, lo que sí puedo asegurar es que el resultado es magnífico…
El proceso de elaboración es tranquilo, paso a paso, hasta completar los diez días que son necesarios para que el bizcocho pueda ser horneado
Requisito imprescindible es que una persona cercana, que nos desee suerte y salud, nos entregue un vaso con la masa madre necesaria para su elaboración, a partir de ese momento sólo necesitamos tener la paciencia necesaria para que esta antigua receta siga su curso…
Os animáis???
Un beso. Sonia
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